jueves, 3 de febrero de 2011

•BIENESTAR LABORAL

Asegurar la salud del trabajador aumenta la productividad de este y ayuda en la prevención de una posible contaminación microbiana.
Un empleado que padece una infección (tenga síntomas o no) puede contaminar fácilmente los productos frescos con patógenos microbianos si no se practica una buena higiene, tal como el lavado de manos después de un estornudo, o el tocarse el pelo u otras partes del cuerpo, o después de ir al baño. Estos patógenos pueden luego ser transmitidos a los consumidores que manipulan o comen el producto hortofrutícola contaminado.
Idealmente los trabajadores agrícolas deberán tener acceso a un sistema de cuidado de su salud, también es importante que los empleadores proporcionen un programa de entrenamiento sobre buenas practicas de higiene.
Una caja de primeros auxilios debe estar siempre mantenida cerca del lugar de producción. Esta debe contener vendajes adhesivos, agua oxigenada, desinfectantes, vendas, guantes, otros materiales para la protección de heridas.
El agua para consumo humano ha de ser potable, es decir ha de carecer de microorganismos y sustancias tóxicas que pudieran poner en peligro la salud de las personas. Los microorganismos patógenos que pueden estar presentes en el agua contaminada incluyen: Escherichia coli, Salmonella; especies Shigella entre otros.
Los sistemas de suministro de agua han de estar en buenas condiciones y funcionar de manera correcta.
Las instalaciones, superficies, equipos utensilios, recipientes, instrumental, envases y medios de transporte en contacto directo con el producto son elementos a controlar puesto que exige el peligro de que se genere una contaminación microbiológica o química de los productos, por eso de bebe ubicar las instalaciones en lugares donde no exista amenaza por la inocuidad o calidad del producto, aplicar un plan de control de plagas y roedores.


MANEJO DE FERTILIZANTES ORGÁNICOS E INORGÁNICOS


Fertilizante son sustancias naturales o sintéticas añadidas al suelo o las plantas para proporcionarles nutrientes. El uso de fertilizantes es una práctica común que mejora la calidad del suelo.

FERTILIZANTES ORGANICOS: se derivan de materiales vegetales o animales, se obtienen por la transformación en abono. Si han sido tratados de manera convenientes pueden proporcionar muchas ventajas a la salud pública, de otro modo, constituirá una fuente de contaminación bacteriana.
Los abonos orgánicos deben cumplir con lo establecido en las normativas nacionales y deben haber pasado por un tratamiento que elimine los posibles peligros biológicos presentes, y ser constantemente monitoreados, por que estos pueden ser patógenos.
El uso de estiércol animal no tratado (sin proceso de transformación en abono) en la producción da lugar a un riesgo mayor de contaminación que el uso de estiércol tratado y, por lo tanto, NO está recomendado. En este caso, deberá ser añadido a la tierra durante la preparación del suelo y antes de la siembra. Los microorganismos en el suelo pueden reducir el número de organismos patógenos en el estiércol. No obstante, el tiempo transcurrido es un factor importante. El estiércol ha de ser incorporado al suelo y la tierra removida de manera periódica para facilitar la reducción de patógenos. Es necesario dejar pasar el máximo de tiempo entre la aplicación del estiércol y la siembra.

FERTILIZANTES INORGANICOS: Los fertilizantes inoproductos en sí mismos generalmente no son una causa de contaminación microbiana, es preciso tener cuidado de asegurar que la contaminación no se introduce a través del uso de agua contaminada para mezclar los productos o del uso de equipos que no hayan sido limpiados antes de la aplicación.
Es importante tener en cuenta instrucciones para el uso de agroquímicos como leer las etiquetas, aplicar en tiempos oportunos, respetar las dosis según las recomendaciones, realizar mantenimiento periódicamente, lavar el cuerpo, ropa y maquinaria después de cada aplicación etc.

El control biológico involucra todas aquellas prácticas tendientes a disminuir la incidencia de enfermedades y plagas y se presenta como una alternativa eficaz, esperanzadora y libre de riesgo frente a los numerosos y crecientes problemas derivados del uso de los productos químicos biocidas (excluye el control químico). En la naturaleza existe una interacción continua entre los potenciales patógenos y sus enemigos naturales, antagonistas o competidor u otras entidades bióticas (capaces de replicarse o reproducirse) de forma tal que estos últimos contribuyen a que no haya enfermedad y plagas en la mayoría de los casos.
Es decir, el control biológico consiste en la aplicación de técnicas compatibles con la conservación del Medio Ambiente mediante el uso de los enemigos naturales y antagonistas de las plagas y enfermedades que actuando de un modo natural, controlan el nivel poblacional de las especies plaga sin ocasionar problemas de contaminación ni de residuos.

EL BUEN MANEJO DEL SUELO Y AGUA

El conocimiento de los antecedentes de uso previo del terreno es importante porque ayuda a identificar riesgos potenciales como patógenos o sustancias químicas toxicas.
La información puede contener datos como si este ha sido utilizado para alimentación de  animales, producción de animales domésticos, lugar para la gestión de desechos sanitarios etc.
La contaminación de áreas alejadas de la utilizada para producción puede alcanzar a los productos a través de diversos medios, incluidos el agua o el viento, los trabajadores, los vehículos o la maquinaria utilizada para desplazarse de un área a otra. Algunos peligros  son:
BIOLÓGICOS: enfermedades  de  los  cultivos;  contaminaciones  microbiológicas
QUÍMICOS: residuos  químicos  peligrosos  procedentes  de  uso indebido  de agroquímicos.
MEDIDAS  PREVENTIVAS.
1.      Identificar  las posibles fuentes de contaminación
2.      Conocer  el  tipo de plagas  y  enfermedades  existentes en  la zona.
Durante  la producción  se  utiliza el  agua  para  numerosa  actividades en  el  campo, además de  las actividades  en  que  el  agua  entre  en  contacto directo con  el  producto, los trabajadores del campo y de las empacadoras utilizan agua para beber y para lavarse las manos,   la  mala  cálida  de esta ´puede  ser  una  fuente  directa  de  contaminación, puede  ser un fuente y  un  vehículo  de  riesgo  biológicos  tales  como Escherichia coli enterohemorrágica y enterovirulenta entre  otros.
Concluyendo es importante decir que se debe manejar el  debido monitoreo y aplicar acciones correctivas según el caso.

COMO MANEJAR LOS PRODUCTOS AGRÍCOLAS

constituyen un sistema preventivo que considera los principios y prácticas más apropiadas en la producción de productos frescos, promueven la conservación y promoción del medio ambiente con producciones rentables y de calidad aceptable, manteniendo además la seguridad alimentaria requerida para un producto de consumo humano.

se deben tener en cuenta ciertos principios para el correcto desarrollo del programa, y son los siguientes: Elección del terreno para la siembra, historial del lugar, variedades para sembrar, control de plagas y enfermedades, practicas culturales, plantas trampa, preparación del terreno, manejo del agua, rotación de cultivos etc.

también existen algunos riesgos de seguridad en productos frescos, y son los siguientes:
  • BIOLÓGICOS: Son microorganismos trasmitidos por los alimentos como las bacterias, parásitos y virus, muchas de las enfermedades provocadas por estos, se transmiten cuando las heces humanas contaminan los productos, por eso es de vital importancia que el personal a cargo del la manipulación tenga un conocimiento profundo de las practicas de higiene adecuadas para prevenir la continuación.
  • QUIMICOS: Los contaminantes quimicos puedén existir en forma natural o pueden añadirse durante la producción. Algunos de forma natural son los alergenos (malas hierbas), toxinas de hongos, Alcaloides; fuertes contaminantes son los limpiadores, desinfectantes, lubricantes entre otros.
  • FÍSICOS: la presencia de materiales extraños como el vidrio, la madera, piedras, plástico, efectos personales, puede provocar enfermedades y lesiones graves. Estos riesgos pueden ser resultado de malas prácticas durante la cosecha, lavado, clarificación y embalaje.
 
MANEJO DE Las Buenas Prácticas Agrícolas combinan una serie de tecnologías y técnicas destinadas a obtener productos frescos saludables, de calidad superior, con altos rendimientos económicos, haciendo énfasis en el manejo integrado de plagas y enfermedades, conservando los recursos naturales y el medio ambiente, minimizando los riesgos para la salud humana.